La denuncia ante la policía de unos padres por un presunto caso de acoso escolar en un centro de secundaria en Maó ha reabierto en Menorca la problemática sobre el bullying. El caso denunciado afecta a una joven de 13 años que, según ella, sufrió el acoso de tres compañeros de clase. Desde el centro se acordó la expulsión temporal de uno de ellos y se cambió de clase, también de forma temporal, a los otros dos. Los padres de la víctima no quedaron satisfechos y presentaron denuncia en Comisaría. Para el delegado territorial de Ensenyament en Menorca, Joan Marqués, “en la Isla se dan casos de problemas de convivencia, pero en ningún caso son de la gravedad que sí han tenido otros a nivel estatal”.
Sobre este último caso en Maó, Marqués considera que se ha solucionado el tema desde el mismo centro educativo. El delegado territorial explica que este es precisamente el protocolo a seguir cuando se detecta un caso, dejar actuar al centro, “más allá de que los padres, después quieran interponer una denuncia o alguna otra medida porque no están conformes”.
El hecho de que hayan casos ya es suficientemente grave, en casos de acoso no se puede excusar uno buscando comparaciones.