Una noticia de @jlgllagues
Cinco de la tarde del 6 de febrero de 2016. Dos artistas de la compañía “Titiriteros desde abajo” son detenidos mientras escenifican una ácida función ante un público mayoritariamente infantil durante día de Carnaval en Madrid. El juez que instruye su caso les acusa de “enaltecimiento del terrorismo” y los marionetistas llegan a pisar la cárcel. Defensores y detractores salen a la palestra durante las jornadas posteriores. Se convocan manifestaciones y algunos partidos políticos llegan a personarse en el caso. Incluso, actores como Juan Diego Botto no dudan a la hora de hora de mostrar su opinión en actos públicos -su “buenas noches, compañeros titiriteros” fue de lo más comentado de la última gala de los Goya- y la prensa internacional se hace eco del caso.
Nueve días después, el gremio de artistas aún muestra su indignación en general, incluyendo compañías que escenifican sus obras en Menorca. Menorcaaldia.com se ha puesto en contacto con representantes de dos de ellas –Tutatis Producciones y Pengim Penjam– para contar con su opinión de primera mano. Para conocer la lectura de los compañeros de profesión de los encarcelados.
Luis Rovira es el director de Tutatis Producciones Teatrales, empresa muy conocida en la isla por sus “Caballos de Menorca”, una representación callejera que ha llevado a los equinos autóctonos y a la cultura de la isla a múltiples emplazamientos. Su lectura de los hechos es contundente: “Es realmente sorprendente que en pleno siglo XXI todavía se produzcan casos de este tipo. No entraré a juzgar la idoneidad del espectáculo ni su calidad, ya que ni lo he visto ni conozco a la compañía. Me entristece ver cómo se puede coartar a los creadores (artistas de todo tipo) con acciones desproporcionadas”. Tutatis Producciones Teatrales fue fundada en 2005 y tras once años de vida, se trata de una firma consolidada en el panorama nacional. Y su director es consciente de que la libertad de expresión es clave para que el sector pueda funcionar sin problemas: “Cualquier artista en el momento de la creación puede pensar… ¿Y si soy detenido e incomunicado por esto?. Solo puedo pensar que lo hacen para meter el miedo en el cuerpo a todos los que se les ocurre crear. La esperanza es que siga habiendo creadores que no se amedrenten y luchen contra estas arbitrariedades injustas y propias de otro tipo de regímenes”.
Por último, Rovira también analiza la posible actuación del público menorquín en una hipotética situación similar: “Es un público educado que no tiene ningún tipo de problema para entender y saber diferenciar lo que es arte y creatividad. Un publico con el criterio de criticar si algo no les gusta sin necesidad de llamar a las fuerzas del orden para aplicar leyes sin sentido”.
“Avergonzados por lo sucedido”
Josep M. Serrat y Mercè Alemany -titiriteros de la empresa Pengim Penjam- visitaron las bibliotecas de la isla durante el pasado mes de octubre con su obra “El regal”. También condenan los sucesos acaecidos en Madrid: “Estamos totalmente avergonzados por lo sucedido. Nos parece surrealista y creemos que todo es una cuestión que va más lejos del hecho en sí, porque sino no cabe dentro de nuestro entender”. A su vez, argumentan que “creemos y deseamos que si se hubiera representado un espectáculo de este tipo en Menorca quizás hubiera habido indignación y la cosa se hubiera acabado aquí. Las cosas habrían sido muy diferentes. También el público puede abuchear a los actores o a los titiriteros y más en espectáculos de este tipo donde no es un mero espectador… creemos que es lo que tendría que haber sucedido en Madrid y más en Menorca con un nivel cultural tan alto como el que hay”. “El público menorquín, el infantil-familiar es muy tranquilo, educado y estuvo muy receptivo con nosotros. El espectáculo funcionó muy bien y nos gustaría volver con otros montajes”, apostillan.
El mundo del espectáculo se ha movilizado para protestar contra lo sucedido. La polémica no ha finalizado. La instrucción del caso aún prosigue.