Ha sido un partido duro. Intenso. En algunas fases quizá con demasiados brazos de por medio. Y el CSKA -de la mano de Teodosic y Nando de Colo, pero sobretodo de su defensa- ha asaltado la cancha del actual campeón de Europa por 87-96.
No es el equipo de Pablo Laso un conjunto que se esconda. Tiene guerreros como Nocioni, Reyes, Ayón o Maciulis, por ejemplo. Pero el trasatlántico ruso -con más de 40 millones de presupuesto este año- tampoco agacha la cabeza ante nadie. Hynes, Khryapa o Vorontsevych también son espartanos del parquet. Y en esa guerra de guerrillas, el CSKA se llevó el pastel. Quizá en el próximo partido entre ambas escuadras -a lo mejor una final de la próxima Final Four– el epílogo es otro.
Vayamos por partes. El menorquín Sergi Llull ha estado bien en defensa -le tocó bailar con De Colo, el jugador más valorado de la competición en la actualidad- aunque errático en ataque. Metió el tiro de la casa al acabar el segundo cuarto -un triple con el reloj encima y con la parábola que le caracteriza- pero falló varios tiros más allá de la línea. Con 12 puntos jugó un partido normal. No puede ser un MVP todos los días.
El duelo entre las parejas Llull-Rodríguez y Teodosic-De Colo es de lo mejor que puede ofrecer el básquet europeo. La dupla franco-serbia ha ganado la mano esta vez.
Un último cuarto decisivo
Y los parciales retratan un encuentro que se decidió al final. El 18-18 del primer cuarto hacía presagiar que la noche era larga. Llull acercaba a los blancos con su triple mágico en el segundo (37-42) y el tercero se cerraba con todo abierto (62-64). Sin embargo, el acierto en el triple del conjunto rival selló la suerte.
El Madrid se queda ahora en una posición intermedia de su grupo, con cinco victorias. Y todo está por decidir. Viene un calendario duro, aunque la vuelta de Rudy Fernández es inminente. Su equipo le necesita. Es el pegamento que puede hacer que el listón de la temporada perfecta del año pasado no sea inalcanzable…
@jlgllagues