Un gol de Zurbano a poco de acabar la primera parte y otro de Miquel Angel cuando el partido se vencía daban al Penya Ciutadella el triunfo en Sant Jordi (Mallorca) ante el Montuïri. Era la jornada 14, el 22 de noviembre de 2015. Fue el último que el equipo de Pere Vadell logró como visitante.
Es el gran lastre que ha tenido que arrastrar el conjunto de Ponent en los últimos meses. Su falta de eficacia lejos de Son Marçal. No en vano, apenas ha podido ganar dos encuentros. El otro fue ante el Alaró cuatro semanas antes (0-2).
No es sencilla la vida para el Penya cuando juega lejos de la Isla. Los viajes son duros porque sus encuentros matinales le dejan poco margen. “Muchos días nos hemos tenido que levantar a las 05.00 de la mañana para jugar en Mallorca o Eivissa a las 12.00”, explican desde la entidad.
Eso, unido a que durante gran parte del curso no ha podido contar con Zurbano en los desplazamientos, a su corta plantilla, y a la mocedad del vestuario, ha dado con unos resultados muy flojos cuando el Penya Ciutadella abandona Menorca.
Como visitante solo ha sumado 7 puntos, con 12 derrotas y 39 goles en contra, con un promedio de 2.6 tantos encajados cuando abandona el hogar.
La última derrota ante el Santa Catalina (1-0) ha dejado a los azulados en una situación delicada, pese a que todavía tienen margen sobre el descenso. El equipo es 15º con 33 puntos, pero necesita ganar como mínimo dos partidos más para poder garantizar su presencia en Tercera una temporada más.
El domingo (12.00 horas) recibe en casa al Sant Rafel, posteriormente viaje a Eivissa para medirse a la Peña Deportiva antes de recibir al Montuïri. Luego, un tramo final repleto de partidos ante rivales de la zona baja. Ahí se jugará gran parte de sus opciones de permanencia.