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La Alegría del Amor con “S”.

Una opinión de Manolo Bonet i Fuster


Simón RATTLE director de la Sinfónica de Berlín acostumbra saludar al público con su peculiar humor británico “Señoras y Señores y también los que no os sentís aludidos…”
La exhortación del Papa Francisco sobre el “Gozo del Amor” también se puede leer en clave…plural.
Porque un documento de 256 páginas; 52.500 vocablos; 325 párrafos con 391 anotaciones para decir “Te amo”…da para tanto.

Por si no se leyera valga saber que si Juan Pablo II fue el filósofo; Benedicto XVI el teólogo; Francisco es el poeta que como “gaucho” urbano y de las periferias de Buenos Aires presta su voz a ritmo de “tango” al amor y a los sueños y como no…a la sabiduría añeja de los emigrantes, los pobres y los destituidos sociales que él conoce y valora.

Como botón de muestra encontremos sólo al comienzo de este sinodal y papal escrito este verso de José Luís BORGES “Que toda casa es candelabro…donde arden con aislada llama las vidas, que todo inmediato paso nuestro camina sobre Gólgotas ajenos” (Fervor de Buenos Aires, 1923).

Y a mitad de este “Gargantúo” sumario pontificio, en el párrafo 129, como para ofrecer “fuelle” se cita también El Festín de Barbette basado en el cuento de la escritora danesa Karen BLIXEN (seudónimo Isak DINESEN) que fue llevado a la gran pantalla por Gabriel AXEL (1987). Tal autora es la celebérrima escritora de la novela autobiográfica MEMORIAS DE AFRICA, llevada también al cine por Sydney POLLACK en 1958 e interpretada, entre otros, por Robert REDFORD y Meryl STREEP.

A pesar de un escrito extensísimo, el Papa Francisco se siente más por lo que no se dice y que quedó en el tintero… porque como en un mensaje de amor encerrado en una botella y lanzado a la deriva de las corrientes, quién la abra percibirá la caricia que como los sueños…el amor tampoco envejece.
Mbonet-fuster.


Comments (2)

  1. Confunde fechas en la película cual de Memorias de África llego a los cines en España en 1987, aunque S,Pollack la estreno en USA en 1985, la fecha de 1958, debe ser cuando Isak Dinesen pudo ver en las la brerias su libro…

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