A veces, un gesto tan fútil como regalarle un juego a un niño puede tener un escenario de fondo mucho más importante. Así, podría ocurrir que obsequies con juego educativo a tu hijo o sobrino y te llegara la sorpresa de que estás ayudando a propagar una especie invasora. Situación más grave, aún si cabe, si vives en una isla. Es lo que ha ocurrido en Menorca, ya que el Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil en la lucha por la protección del patrimonio natural ha realizado la aprehensión y puesta a disposición de la Autoridad administrativa de un total de seis juegos infantiles educativos que contenían especies exóticas invasoras, concretamente Triops Longicaudatus.
El citado servicio ha sido investigado y culminado por la Patrulla de Protección de la Naturaleza de Ciutadella de Menorca, tras detectar la venta de estos especímenes en dos jugueterías afincadas en Menorca. Los mismos eran comercializados como juguete educativo para mayores de 8 años, experimentándose la incubación y crecimiento de la especie exótica invasora.
Cangrejo cacerola
Se trata de pequeños crustáceos de agua dulce con apariencia de cangrejo cacerola, encontrándose inclusos en el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras en todo el territorio nacional. Constituyendo las especies exóticas invasoras una de las principales causas de pérdida de biodiversidad en el mundo, agravándose en hábitats y ecosistemas especialmente vulnerables, como en el caso de las islas.
España ratificó en 1993 el Convenio de Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica, reconociendo la problemática existente por la creciente expansión de las especies. Comprometiéndose, en la medida de sus posibilidades, a impedir que se introduzcan, a controlar, o erradicar las especies exóticas que amenacen los ecosistemas, los hábitats o las especies
