Salvo un cambio total de escenario, la final de la liga Endesa va a ser larga. Dura. Extenuante. Y el primer golpe lo acaba de dar el FC Barcelona. Los de Xavi Pascual han ganado por un punto (100-99) anotando una canasta imposible en una última jugada de tres segundos de duración: Perperoglou (18 puntos) ha levantado una asistencia in extremis de Navarro. Queda mucho baloncesto por ver.
Comenzó el Barça golpeando primero: 11-2 y un Real Madrid viéndolas venir. Una defensa pegajosa y jugadores más sueltos en ataque -especialmente Doellman desde el triple- daban una ventaja de casi 10 puntos. Llull comenzaba de nuevo desde el banco y su equipo lo echaba de menos. De hecho, Laso tenía que acudir al banquillo a buscar respuestas. Rudy era recibido con pitos en el Palau y estos son los ambientes que le gustan al mallorquín. Dos triples suyos y otro imposible de Llull -que acababa de saltar al parquet- acercaban a los blancos. 19-16 a falta de 2:17. Todo se apretaba. El arreón final del Madrid empataba el marcador -22-22-, con 11 decisivos puntos del banquillo. Todo estaba por contar aún.
El segundo cuarto comenzaba con quintetos nuevos -los técnicos saben que en una final han de apurar todas las opciones de sus grandes plantillas- y un carrusel de puntos, con ambos equipos con gran acierto. Llull movía a los suyos y los cuchillos estaban muy en alto, con Navarro capitaneando a los catalanes. Carroll (21 puntos al final) sumaba en ataque y los locales castigaban desde la línea de tres. Una canasta de Maciulis daba la primera ventaja al Madrid (47-48) a la llegada del descanso. El partido se cerraba con un casi triple de Nocioni que hizo la corbata. Nada por decidir en un partido que se va a los 100 puntos.
En el tercer cuarto el partido siguió con la misma tónica. Los detalles mandaban y las ventajas no eran de más de tres puntos. Tomic y Taylor se marcaban dos grandes mates, pero eran fogonazos en un encuentro muy duro. El Barça conseguía irse de 5 y las lanzas estaban en alto. Todo se iba a decidir al final. (80-75).
El cuarto final fue de infarto. Llull volvía a cascarse el típico triple de la casa y se enfrentaba a un Navarro que aún atesora kilos de baloncesto. El intercambio de canastas llevo al partido a los cien puntos. Ayón taponaba al capitán azulgrana y el encuentro parecía caer del lado blanco. Sin embargo, en baloncesto nada se acaba hasta el pitido final el FC Barcelona ha golpeado primero sobre la mesa. El viernes será una nueva historia.
@jlgllagues