La Fundació Rubió alquilará por un espacio de 30 años prorrogables por otros 30 la finca de Mongofre en donde tiene su sede al empresario francés Dimitri Sturdza. Lo anunció formalmente este viernes el presidente de la fundación Albert Moragues.
El arrendatario se hará cargo de los 150.000 euros de coste anual de la finca, pagará un alquiler de 120.000 y ha prometido una inversión mínima de 5 millones de euros.
Los motivos de esta decisión son meramente económico. En este momento la fundación gasta 300.000 euros al año y en los tres últimos ejercicios no ha ganado suficiente dinero para cubrir costes. El 55% de los gastos eran por la finca de Mongofre.
La situación había llegado a un punto que un estudio elaborado por Mateu Mir, tesorero de la fundación, anunciaba gravísimos problemas de supervivencia económica si no se hacía un cambio radical. Según Mir en el periodo 2016-2020 si se mantenían los costes se iba a generar un déficit de 450.000 euros. Pero al eliminar un gasto de 150.000 euros anuales de Mongofre y sumar 120.000 euros al año como ingresos la perspectiva de futuro cambia radicalmente.
El acuerdo de alquiler garantiza que la fundación mantendrá la propiedad de la finca. Allí se harán actividades culturales valoradas en un mínimo de 20.000 euros al año y la familia Rubió mantendrá los derechos de estancia.
Aunque el acuerdo está firmado todavía es necesario que el protectorado de la fundación, el Govern balear, certifique el acuerdo de alquiler.