La mayor concentración de personas durante el verano que sufre una isla como Menorca causa que se incremente de forma exponencial el número de situaciones en las que los cuerpos policiales se ven obligados a intervenir. Así, el pasado fin de semana se detuvo a una banda que robó 57 móviles aprovechando las aglomeraciones de las fiestas de Sant Joan en Ciutadella. Y el pasado 15 de junio los agentes encargados de un control rutinario en el puerto de la misma localidad interceptaron a un ciudadano de nacionalidad paquistaní que pretendía entrar en la isla con 1.000 piezas de bisutería en su equipaje de mano y sin pagar los obligados aranceles.
La detención se produjo “en los controles que se llevan a cabo para prevenir la entrada ilegal en la isla de armas, explosivos, así como objetos peligrosos o prohibidos“. “El infractor pretendía vender en Menorca las piezas a pequeños comerciantes de puestos ambulantes, sin haber despachado la mercancía en la oficina de Adunas”, apuntaron fuentes policiales.
Anillos, medallones, pendientes, collares…
Las piezas, entre las que se encontraban 328 anillos y pendientes, 45 medallones, 298 collares y colgantes y 285 brazaletes y pulseras, proceden de Pakistán y su portador no acreditaba el haber abonado el impuesto de importación en la aduana de la Unión Europea. Se estima que podrían estar valoradas en unos 3.000 euros aproximadamente. El Acta-Denuncia y los efectos intervenidos serán puestos a disposición de la Administradora de Aduanas e Impuestos Especiales en Menorca, quién procederá a darle el destino que la Ley de Contrabando establece para este tipo de efectos.
