La huella que deja el ser humano en el planeta es cada vez más perjudicial. Las teorías sobre la extinción de los recursos se suceden en la red de redes y el aire que respiramos no escapa a esta tendencia. Así lo certifican desde Ecologistas en Acción, que acaban de publicar la última edición de su informe sobre la calidad del aire en España –que se refiere a datos del ejercicio 2015- y cuyas conclusiones son devastadoras. La presencia de partículas en el aire en la ciudad de Maó -única urbe destacada en este apartado junto a Palma de Mallorca– y el dióxido de azufre son dos de los principales contaminantes en el aire que respiran los menorquines. Eso sí, la situación es difícil en todo el archipiélago, donde -tal y cómo ocurre a nivel nacional- el ozono troposférico es el principal problema.
Así, desde la entidad apuntan que “toda la población balear respira un aire perjudicial para la salud según las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre ellas 150.000 personas que viven en zonas que superan los límites legales (el 13% de la población), y la totalidad del territorio está expuesto a niveles de contaminación que dañan la vegetación”. Una lectura nada halagüeña para el 13 % de los residentes en la islas.
Análisis local
El escenario es difícil de digerir a nivel autonómico, pero también lo es cuando nos fijamos en los datos propios de Menorca. Así, los autores del informe apuntan que “las partículas PM10 afectaron a las ciudades de Palma de Mallorca y Maó, además de al entorno de la fábrica de cemento de CEMEX en Lloseta (Mallorca), aunque en mucha menor medida que en años anteriores. En las estaciones de Foners, La Misericòrdia, Hospital Sant Joan de Deu, Maó y Lloseta se registraron valores medios anuales o diarios superiores a los recomendados por la OMS”.
Por último, también se refieren a la contaminación por dióxido de azufre: “Fue significativa en las islas de Ibiza y Menorca, con dos de las estaciones de sus centrales térmicas (Pous y Can Misses), con respectivamente 45 y 7 superaciones del valor diario que según la OMS no debería sobrepasarse nunca. Este contaminante procede principalmente de dos fuentes distintas: las centrales térmicas y el tráfico marítimo”.
Para la confección del documento se han recopilado los datos de 20 estaciones de control de la contaminación, pertenecientes a las redes del Govern, de organismos de rango estatal -EMEP/VAG/CAMP- y de distintas instalaciones industriales. Por último, desde Ecologistas en Acción exponen que “hay que notar que 11 de estas estaciones han registrado porcentajes de captura de datos para algún contaminante inferiores a los mínimos establecidos por la normativa, por lo que las conclusiones expuestas en este apartado deben ser consideradas teniendo en cuenta esta insuficiencia de la información de partida. Resulta elemental por ello que el Govern se esfuerce por mejorar la medición de la calidad del aire“, apostillan.
@jlgllagues
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