No será, la de este lunes 11 de julio en el Claustre del Seminari de Ciutadella, la primera vez que viene a actuar en Menorca. Hace una veintena larga de años ya vino, entonces para ofrecer un recital conjuntamente con su madre, la gran pianista Pepita Cervera, que murió el Día de Navidad de 2010 y de quien este año se celebra el 90º aniversario de su nacimiento , y con quien ella, su hija Teresita Jordán (Lleida, 1960), compartió muchos de los más de 2.000 conciertos que ya ha realizado todo de más de 100 países del mundo. De su madre y maestra, Teresina Jordà, artista polifacética donde las haya (además de concertista de piano, compositora, pedagoga y musicóloga investigadora también cultiva habitualmente sus facetas de escritora y de ilustradora) ha heredado no sólo la Escuela Internacional de Posgrado en Catalunya y en Madrid que creó, sino también la tradición musical de Enrique Granados (1867-1916), nacido también en Lleida y de quien este año se cumple el centenario de su muerte y de quien se puede decir que es continuadora directo. Esta tradición, de hecho, ahora también la continua no sólo Teresina Jordà sino también una tercera generación de ‘Jordanos Cervera’, con sus dos hijos (Verónica y David) que son igualmente concertistas de piano y, el hijo, compositor de un cierto renombre y notable improvisador. Por cierto, que de David Jordán, su madre Teresita, en Menorca, estrenará hasta tres obras nuevas, con la presencia, y probable intervención en directo, del propio compositor. .- ¿Con todo este ‘legado Granados’ heredado de su madre y maestra Pepita Cervera, se considera Teresina Jordà una continuadora de la tradición pianística iniciada por Granados? .- Sí, y es un honor continuar su escuela pianística. De hecho, al cabo de muchas décadas, unos 50 años, entre mi madre y yo hemos formado a más de 3.000 alumnos, de los cuales hay más de 300, de largo, que son profesionales y están ya en todos los lugares del mundo, entre concertistas, musicólogos y compositores. Creo que se ha creado una escuela significativa e importante, y que está dejando huella. Con mi madre, sea en dúo o como solistas en primeras orquestas europeas, habíamos dado conciertos por más de 100 países del mundo, y a veces, aunque al currículo no pusieran todos estos antecedentes de Granados, nos pasaba que muchos críticos notaban que pertenecíamos a esa escuela, que se distingue por un tocar muy nítido y por una magnífica aplicación del pedal, así como también por una gran sonoridad y coloratura del sonido. .- ¿Y aparte de esto, qué diría qué es lo que ha transmitido Enrique Granados y que, entre otros a través de ella y de su madre, aunque ahora perdura? .- Lo que hay mucho es un gran respeto por la música. Consideramos que la música es un arte y que somos servidores de este arte, con todo cuidado y respeto. Enrique Granados no tuvo tiempo de terminar todas las composiciones en que estaba, y una curiosidad es que su hija Natalia Granados de Carreras nos puso a disposición todo lo que tenía inédito de su padre. Precisamente, en el concierto de Ciutadella interpretaré ‘Dolora en la menor’, que yo misma terminé de componer en un trabajo de musicología por encargo de su hija. Para mí es un honor que ella confiara en yo para poder terminar esta composición inacabada de Granados, que originalmente era un apunte goyesco suyo. Natalia Granados, con quien hemos tenido una relación muy estrecha, me dio dos originales de su padre, y uno es éste, que tengo como joya preciada. Ya de muy joven, cuando tenía entre 18 y 20 años, di 30 conciertos monográficos con la obra completa de Granados por toda Europa: nos sentimos depositarios de su obra, de toda su producción, y sentimos que debemos difundir siempre con alta calidad, tal como nos ha llegado a nosotros. .- En el concierto del Claustro del Seminario también ofrecerá su propia composición ‘Evocación a Enrique Granados’. .- Sí, es una obra de mi juventud dedicada a Granados y que ha sido grabada en varias discografías. Se trata de una obra de mucha plenitud, de mucha energía, un testimonio bonito de una joven compositora que ya sentía una gran admiración por él. Ahora ya tengo un opus de más de 150 obras registradas y esta es testimonial, y habla de esto, un comienzo de mi carrera con mucha admiración hacia Granados. .- Además de Granados, la familia tendrá también un peso importante en el concierto, para que se podrán escuchar otras composiciones suyas, entre ellas la suite ‘Quimera azul’ dedicada a la madre Pepita Cervera, y algunas obras de su hijo David Jordán . .- Bueno, ‘Quimera azul’, de hecho, que es más ancho y aquí interpretaré esta suite, está dedicada a Pepita Cervera y también a la notable psicóloga Concha Rueda, por la singularidad de que era la madre de un alumno muy brillante, Pablo Rueda , que quedó huérfano hace 10 años y que hemos formado tanto yo como Pepita Cervera, y pensamos que podíamos compartir el recuerdo y dedicarlo a las dos madres. Con Pablo Rueda, él y yo, ya hemos dado conjuntamente más de 500 conciertos por toda Europa y los Estados Unidos. Y sí, de mi hijo David Jordán, compositor, concertista y improvisador que ha actuado también con grandes poetas y escritores creando obras en el mismo momento, ofreceré tres composiciones, que serán estrenos: ‘Júbilo’, ‘El mar’ y ‘Forjando esperanzas’ . Además, él estará presencialmente y es muy posible que también haga una interpretación pianística que enriquecerá el acto. .- Ya que hablamos de algunas de las piezas del programa que interpretará, y aprovechando que se ha anunciado que tocará cinco sonatas inéditas de la ‘Música de tecla de la catedral de Albarracín’ del siglo XVIII, le quería pedir que nos comentara brevemente de lo que es la música de tecla y de donde salen estas composiciones. .- La música de tecla, en realidad se puede decir que es la destinada a tocar en el piano y, en este caso, serían sonatas compuestas por maestros de capilla del siglo XVIII en la catedral de Albarracín, un testigo que permanecía inédito hasta que fue objeto de investigación. En aquella época, los maestros de capilla eran como músicos asalariados de las catedrales, y creaban varias obras, desde misas a sonatas, por ejemplo. Nosotros recuperamos trece inéditas del siglo XVIII español y aquí interpretaré una muestra. Se trata de piezas de altísima calidad y tanto o más significativas como las mejores de Scarlatti o de Soler. .- Viniendo de donde viene, me imagino que sus inicios musicales forman parte de la herencia familiar ¿Cómo empezó Teresita Jordán con la música? .- Yo tenía 4 años cuando toqué ante un gran auditorio, con más de 1.000 personas; y una curiosidad es que mi hija Verónica, con la diferencia de una generación, también tenía 4 años cuando actuó en el auditorio Enric Granados de Lleida, también con cerca de 1.000 personas. Y esto, en ambos casos, casualmente, interpretando la misma pieza, una sonata de Diabelli. Aunque esto, debo decir que ni ella ni yo, ni el otro hijo, recordamos cuando comenzó la música en nosotros, para la música, de hecho, fue inherente a nuestra formación. .- De alguna manera el hecho anatómico de las manos cuenta, pero hay que trabajar la técnica para llegar al arte, porque el pianista debe ser capaz de transmitir arte, de emocionar. Es ciencia y es arte. Primero es ciencia y técnica y luego está el medio creativo del arte, que es intangible y que llega a los corazones, que es el mensaje artístico. Teresina Jordà, este lunes 11 de julio a las 21.30 horas en el Claustro del Seminario de Ciutadella, ofrecerá el concierto inaugural de la 44ª edición del Festival de Música de Verano que organiza Juventudes Musicales de Ciutadella. |