Cuando Europa todavía intenta digerir el atentado de Niza, una sublevación militar ha convertido Turquía en el centro de atención a nivel mundial. Un grupo de militares turcos se ha rebelado contra el Gobierno de Yildirim, dejando el país sumido en la incertidumbre por unas horas.
El intento de golpe de Estado ha motivado la intervención “virtual” del presidente turco Recep Tayyip Erdôgan, quien a través de FaceTime ha llamado a la población a salir a la calle para frenar la rebelión y habría abandonado Turquía, según los medios locales.
La llamada a defender la democracia ha ha conseguido frenar el golpe aunque no de forma incruenta. En un primer momento ambos bandos aseguraban tener el control del país, pero la reacción ciudadana y de las fuerzas leales a Erdogan permitió frenar la asonada. Esto no impidió que los choques entre rebeldes y tropas leales así como la policía causara 265 muertos.