Pedro Sánchez dimitió este sábado como secretario general del PSOE. El hasta ahora líder de la formación forzó una votación en una Comité federal caótico y tenso para decidir si se convocaba un congreso extraordinario. Sánchez perdió por 132 a 107. El día anterior había afirmado que de perder su propuesta se iba y poco después presentaba su renuncia al cargo.
Ahora será una gestora la que se hará cargo de un partido que se encuentra más dividido que nunca y con buena parte de su electorado en contra de los críticos que han forzado esta situación.
Queda por ver si el PSOE opta ahora por facilitar la investidura de un gobierno central del PP o mantienen lo que se prometió a los votantes en las dos últimas campañas electorales de no facilitar la continuidad de Mariano Rajoy en la Moncloa.