El GOB denuncia que en Ferreries se acumulan 8.700 toneladas de lodos tóxicos muy peligrosos. Este material estaría en las lagunas de la actual depuradora del municipio que se pretende sustituir a corto plazo. Este barro contiene gran cantidad de metales pesados. Para deshacerse de ellos habría que enviarlos a una planta de tratamiento especializado en la Península o enterrarlos en un sarcófago de cemento lo que sería muy costoso.
Pero los ecologistas van más allá. Apuntan que la causa de la presencia masiva de estos elementos obedece a que las industrias de Ferreries los vertían al alcantarillado hasta 2011 debido al poco control municipal. Este tipo de residuos no se podían eliminar por la depuradora por lo que acabaron en el torrente de Trebalúger y en la playa del mismo nombre.
Un estudio en 2011 elaborado por la UIB y del IMEDEA, a partir del cultivo de mejillones en los puertos de Maó, Ciutadella, Fornells y en la playa de Trebalúger, dio como resultado que este lugar virgen ofrecía resultados muy altos en determinados contaminantes. Trebalúger superaba a los tres puertos en contaminantes como el arsénico, el mercurio y el zinc. Y llegaba a concentraciones también muy altas de cadmio, cobre y selenio.
Ahora, los lodos acumulados en las cubetas de la anterior depuradora son residuos altamente tóxicos y peligrosos y se teme que el lecho del torrente del barranco esté en una situación parecida.