La diputada popular Asunción Pons recordó en el último pleno parlamentario que unos políticos trabajaron con eficacia y discreción durante el mandato 2011-2015, pero otros optan por realizar una visita de cara a la galería y se dan por satisfechos con salir en la foto.
Según Pons, estos políticos no valoran ni tienen en cuenta las gestiones realizadas, los acuerdos que se adoptaron, las actuaciones llevadas a cabo para que Ferreries cuente, por fin, con la nueva planta de tratamiento de aguas residuales.
Pese a que el PP se felicita de ver que Ferreries resuelve una necesidad que venía de antaño, le duele que nadie recuerde la gestión del anterior alcalde Manuel Monerris y del entonces presidente del Consell Santiago Tadeo para que a día de hoy esta infraestructura sea una realidad. La antigua estación de aguas residuales construida en los años 80. Hasta el 31 de diciembre de 2005 fue gestionada por el Ayuntamiento de Ferreries, y a partir del 1 de enero de 2006 por el Govern balear a través del Abaqua (Agencia Balear del Agua y la Calidad Ambiental). Esta depuradora había quedado obsoleta y exigía ser reemplazada por otro equipamiento.
Según el PP, la estación fue dimensionada para el tratamiento de las aguas residuales de 7.300 habitantes y permite incrementar su capacidad hasta los 438.000 metros cúbicos/año, mediante la sustitución del sistema de lagunaje por un tratamiento de lodos activos. La obra también incluyó la remodelación y adecuación de la estación de bombeo principal de Ferreries, así como la sustitución de 575 metros de tuberías. Según Asunción Pons, la obra ya contaba con suministro eléctrico para poner en funcionamiento la planta y preveía la evacuación de las aguas tratadas, argumentos que ha dado el actual Govern para excusar la demora.
En el discurso de la diputada no hay mención del tratamiento de la toxicidad de los lodos que han quedado del anterior sistema ni de cómo se estudió su gestión.