Vive y trabaja en Sudamérica y, pese a la distancia, agradece la concesión del premio. Las nuevas tecnologias acuden en ayuda de que se pueda hacer el acto y sentir su presencia virtual, con seis horas de diferencia horaria.
Los proyectos desarrollados en el barranc d’Algendar (Arbres d’Algendar) y su predisposición a una Menorca más eficiente en temas de reciclaje (impulso la creación del taller de reciclaje Mestral) son sólo algunos de los ejemplos más destacados de una trayectoria vital en la que también puso las bases de una economía que incorporaba el adjetivo de ética.
El jurado no tuvo problemas para escoger al candidato ideal que, como vive desde hace nueve años en Ecuador, no ha tenido tiempo de coger un avión para estar presente en este homenaje.