Una mezcla de jugadores con una espectacular hoja de servicios y de tipos imberbes con un gran talento; un abrazo a todos los clubes de la Isla; una gestión humilde pero con recorrido; y el respaldo de una hinchada ávida por volver a masticar basket de elite en la Isla. Así es el nuevo proyecto del Made in Menorca, un equipo que ha impactado este año en la liga EBA. Es colíder del grupo C, llena Ses Canaletes y no le quita la cara al ascenso.
Al abrigo de cromos tan conocidos como Pitu Jiménez (exMenorca Bàsquet), Jan Orfila (Granada, La Palma, Bàsquet Inca…) o Dani García, el Bàsquet Menorca se ha convertido en una de las sensaciones del campeonato. Por sus triunfos -lleva un balance de 6-2-, pero también porque ha logrado arrastrar a centenares de personas cada quince días hasta su pabellón en Sant Lluís.
“El resultado es un concepto más, lo importante es que la gente vea cómo trabajamos y que pueda disfrutar”, apunta Joan Martínez, un joven técnico de 32 años, en una entrevista concedida a IB3 Televisió. “Menorca tiene afición al basket, mucho cariño a este deporte. Y ahora hay un equipo donde toda esta gente que añoraba el baloncesto se puede identificar”, explica el base Pitu Jiménez.
El Made in Menorca, que comparte el liderato con el Martorell tras perder el pasado fin de semana en Calvià, también ha logrado alcanzar al tejido empresarial e institucional. Eso ha dado con una estructura sólida, sin fisuras, creada para devolver la ilusión al aficionado. El reto ahora es luchar por participar del play off de ascenso, a pesar de que la temporada no ha hecho más que empezar. De momento, el Made in Menorca gana en ilusión.