Tiene espinas y el consumidor que se acerca al mercado no lo conoce. Puede ser el perfil de muchos peces (la mayoría) de los que llegan a la lonja. Eso provoca que se pierde y desperdicia mucha cantidad de pesca que se podría evitar solo con dar más y mejor información entre los consumidores.
Por ese motivo se han reunido en una jornada de trabajo en Ses Salines de Fornells diversos expertos en pesca o en restauración. Desde el Departamento de promoción económica del Consell se quieren ofrecer herramientas para que, más allá de los pescados más populares, de filetes amplios y sin espinas fáciles de cocinar, también se tengan en cuenta a los que pueden formar parte de una caldera o una sopa. En el mar que rodea la isla se pescan peces vaca, serranos, salmonetes de roca, doncellas, mortaja o rascacio por poner solo algunos ejemplos. Muchos de ellos son pequeños y cargados de defensas espinosas que alejan su destino de la olla y, sin embargo, tienen características culinarias de gran valor para el plato si se utiliza de manera correcta. conocer estos elementos permitirían su comercialización, que actualmente ha caído en picado respecto a merluzas, atunes o salmones, que están en el top de ventas, sin ser algunos de estos ejemplos pescado de nuestras aguas.