Hay jugadores que no tiran puertas, sino que derriban muros. Se saltan generaciones. Destacan a nivel profesional cuando deberían estar estudiando y saliendo algunas noches. Son pocos. Y Luka Doncic es uno de ellos. El joven esloveno del Real Madrid va para estrella. Venía de hacer 23 puntos en ACB y quería seguir demostrando su valía en Euroliga. En el anterior envite europeo en la cancha del Fenerbahce se le vio sobrepasado por el ambiente. Hoy ha decidido dar un golpe sobre la mesa. Dos triples suyos en los compases finales han decantado un partido en el que el Real Madrid lo ha tenido más difícil de lo que se presuponía al principio.
Y es que la perla eslovena ha tenido que coger el timón del conjunto blanco ante la ausencia de Sergi Llull. El playmaker de Maó ha recogido el trofeo al MVP de noviembre en la Euroliga a manos del histórico Emiliano Rodríguez antes de empezar el partido. Y ahí se ha quedado su papel. Pablo Laso ha decidido darle descanso ante unos leves problemas de rodilla que padece. El menorquín se ha enfudado una gorra de Red Bull y ha visto como los suyos se llevaban el partido al zurrón desde la grada.
Eso sí, ha sido una receta cocinada a fuego lento. Y salpimentada en los instantes finales. Así, la igualdad ha marcado el primer cuarto, con ambos equipos repartiéndose la anotación y con un tapón made in Randolph sobre el australiano Botum como la jugada más destacada. El 25-22 del electrónico lo dejaba todo en el aire.
Ya en el segundo de los cuatro periodos el ritmo se enfangaba un poco. El canadiense Kevin Pangos -al que se ha llegado a apodar como el próximo Steve Nash– superaba una y otra vez a sus defensores y con un 2+1 llevaba el 33-40 al marcador a falta de 4 minutos y 15 segundos. Sin embargo, no es el entrenado por Laso un conjunto que baje los brazos fácilmente. Dos triples consecutivos –Maciulis y Nocioni– lo acercaban todo. Las segundas opciones a manos de Hunter ayudaban y las tablas mandaban al descanso (49-49). Quedaba todo el pastel por repartir.
El mirlo blanco
En el tercer cuarto la defensa local ha subido enteros. Y poco a poco aparecía Doncic (17 puntos, 4 rebotes, 4 asistenticas al final, con la mejor valoración sobre el parquet). Un triple del mirlo blanco ponía el +8 para el Real Madrid (59-51) a falta de 6:18. Parecía que todo estaba hecho. Eran momentos también en los que Rudy Fernández no dudaba en suplir a Llull haciendo de base de facto. Y es que el mallorquín es uno de esos jugadores que están para todo. Para lo que su equipo necesite. De hecho, se ha ido a las siete asistencias al final. El tercer cuarto se cerraba al final con un 74-69, con cinco puntos de ventaja para los locales. Una ventaja insuficiente.
El último periodo comenzaba con el Real Madrid pastando a sus anchas. Todo parecía fácil, con ventajas de hasta 10 puntos. Sin embargo, en una Euroliga tan exigente como la actual las confianzas se pagan. Un arreón de los lituanos lo apretaba todo (81-80 a falta de 4:40) y comenzaba el juego de ajedrez. Sin embargo, la defensa de Ayón (14 puntos, 7 rebotes, 3 robos, 3 asistencias) y la aparición de Doncic decantaban la balanza.
El conjunto de Laso pisa firme en Europa. Hoy no ha tenido a su máximo referente -Llull se está saliendo- y ha sufrido más de lo debido. Pero la victoria ya está sumada. Eso es lo importante.
@jlgllagues
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