El 26 de mayo de 2003 -hace 14 años- se estrellaba en Turquía un vuelo de UM Airlines con 75 personas a bordo -62 eran militares españoles-. Todos fallecieron. Los problemas en la identificación de los cadáveres y la incesante búsqueda de la verdad por parte de los familiares pusieron en la picota al entonces ministro de Defensa, Federico Trillo, que incluso mantutuvo tensos encuentros y agrias discusiones con portavoces de las familias. Hoy, el exministro es el embajador de España en Londres.
El tema ha vuelto a la primera plana tras conocerse el dictamen publicado por el Consejo de Estado -el supremo órgano consultivo del Gobierno de España- en el que culpa al Ministerio de Defensa -entonces liderado por Trillo- de lo ocurrido. Los miembros del organismo no dudan a la hora de destacar que Defensa “tuvo indicios” del riesgo que suponían estos vuelos y no se actuó para prevenir un accidente de este tipo.
Reacciones políticas
Y, con Trillo en Londres, las reacciones políticas no se han hecho esperar. Prácticamente todos los partidos de la oposición han pedido al Gobierno liderado por Mariano Rajoy el cese fulminante del embajador. Sin embargo, el actual presidente ha dicho que no se ha leído aún el dictamente y que el tema está “sustanciado” en terreno judicial. De momento, no hay ninguna otra versión por parte del ejecutivo.
