Ni las temperaturas por debajo de los cinco grados pudieron con las ganas de los ciudadelanos de celebrar Sant Antoni. La ciudad de Ponent albergó este martes por la mañana el tradicional mercado de dátiles, la misa en la Catedral oficiazada por el obispo Conesa y la Processó dels Tres Tocs.

En su omilía, monseñor Conesa Ferrer exhortó a los fieles a no encerrarse  en la Iglesia y a salir y pisar la calle. Lo hizo evocando las palabeas del Papa Francisco. “Salgamos, salgamos a ofrecer a todos la vida de Jesucristo. (Repito aquí para toda la Iglesia lo que muchas veces dije a los sacerdotes y laicos de Buenos Aires) prefiero una Iglesia accidentada, herida y manchada porque sale a la calle, antes de que una Iglesia enferma por el cierre y la comodidad de aferrarse a las propias seguridades “.

Continuó el obispo apuntando que “La Iglesia tiene que salir de la comodidad y la tibieza para llegar a todas estas periferias humanas portando la alegría salvadora de Cristo. Dejando posturas rígidas e intransigentes, la Iglesia  tiene que ser signo de la cercanía, de la bondad, de la solidaridad y de la misericordia del Señor”.

Al mediodía tuvo lugar la Processó dels Tres Tocs para recordra la entrada del rey Alfons III en la población tras conquistarla a las tropas árabes de Abú Umar. Tras golpear la loza que recuerda el emplazamiento de la puerta de la antigua ciudad se cantó el “Poble de Déu”.

En representación de la corporación municipal, salieron a caballo  los  concejales Juan García Corro con el pendón, José López Bosch y Diego Pons Pons. Dio los Tres Tocs de ritual el regidor Juan Carrasco Domingo.

Al volver a la catedral, a los pies del presbiterio, se cantó el Tedeum.