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HUELLAS ALZADAS EN HUMO

Un artículo de Manolo Bonet


Marcus CHOWN un astrofísico conocido afirma al comienzo de su libro “El Zoo Cuántico”, que “En cada inspiración absorbemos aún un átomo del aliento de Marilyn MONROE”.

El acto en el Salón de Plenos del Ayuntamiento de Mahón y que Menorcaaldia da como primicia, para sentir así las “Huellas Alzadas en Humo” en los campos de exterminio nazis de 44 menorquines bien merece un escrito en silencio…absorbiéndolo.

La barbarie de la época nazi y el repelús que su memoria causa, de nada tales muertes hablarían, si en una cultura xenófoba ceder su sitio al “Otro” no consigue su carta de ciudadanía.

Etty HILESUM, víctima igualmente de dicho genocidio en Auschwitz 1943, así lo hace constar en su Diario “El más mínimo átomo de odio que añadamos a este mundo lo hace aún más inhóspito de lo que ya es”.

El apretón de manos a estas víctimas que Menorca ahora les ofrece como las obras de arte se prolongan a lo largo del tiempo…indefinidamente.

Apretones de mano de tal intensidad que inscriben su calor en lo más amplio de nuestras palmas, y el fuego intensísimo que propagan se extiende suavemente por nuestra sangre, hasta llegar al corazón donde nacen.

Apretones de manos cálidos para siempre –por más tiempo que puedan permanecer en el olvido- y que un acto insignificante basta para sacarlos del fondo de nuestra memoria colectiva, restituyéndolos en toda su frescura y actualidad.

Una mano que vuelve, oportunamente, a posarse en nuestro hombro, a acariciarnos furtivamente las sienes haciéndonos un simple gesto.

Este pequeño signo de belleza cuando creíamos que esta ya estaba aniquilada; un pequeño signo de fraternidad cuando parecía que ésta ya estaba perdida.

Pequeño este acto de Plenos en Mahón en su discreción, infinito en su generosidad.

“Incluso los campos de concentración deben de irradiar nuevos pensamientos hacia el exterior, nuevas perspectivas deben expandir claridad en torno a ellos, por encima de las alambradas de espinos, y habrán de juntarse con otras perspectivas conquistadas a fuerza de tanto dolor y bajo circunstancias cada vez más adversas… (1942 carta a dos hermanas. Diario de Etty).

Y así concluye…”Yo voy a ayudarte, Oh Dios a ser más Dios…por esta humanidad que siento en mí”.


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