Fue una petición del portavoz de Ciudadanos Andrés Spitzer, aunque había un cierto consenso respecto a normalizar un asunto que lleva muchos años sin que nadie moviera un dedo. Spitzer recordaba que cuando se hace una ofrenda floral al pie de la estatua que hay en la plaza Conquista de Maó, aún hay personas que confunden el gesto debido a la existencia de la placa en honor a Francisco Franco, que está allí mismo.
El dilema estaba en cómo hacer desaparecer un vestigio de un tiempo pasado que, por decirlo de alguna forma, llevaba tanto tiempo allí que ya formaba parte del mobiliario urbano.
La placa del dictador había permanecido inalterable al paso de los años y los cambios políticos, pero poco se apreciaba puesto que estaba en un lugar poco visible, tras la figura del Rey Alfonso III, conquistador de Menorca. Para zanjar el tema de una manera práctica y poco invasiva, en el pleno municipal de este pasado viernes por la mañana se ha decidido ocultar la placa. Como dice el refrán, ojos que no ven, corazón que no siente.
