Este martes se lanzó el satélite Sentinel-2B de la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés), que duplicará la cobertura óptica de alta resolución de la misión Sentinel-2, perteneciente al sistema de vigilancia medioambiental Copérnico o Copernicus de la Unión Europea. Una de las tareas de este ojo en el cielo es seguir los cambios que se producen en el planeta a nivel medioambiental. Así es como se ha observado que el calentamiento global incide directamente sobre el norte y sudeste de Europa.
Pero el Copernicus también permite ver nuevas imágenes de cómo afectan algunos fenómenos atmosféricos a Menorca a través de la página del Proyecto Copernicus.
El satélite, de 1,1 toneladas de peso, fue lanzado a bordo de un cohete Vega desde el Puerto Espacial Europeo de Kourou, en la Guayana Francesa. Los controladores del centro de operaciones de la ESA en Darmstadt, Alemania, establecieron los enlaces de telemetría y el control de actitud, permitiendo así que comenzasen a activarse los sistemas de Sentinel. Además, el panel solar del satélite también ya se ha desplegado.
Tras esta primera fase de ‘lanzamiento y órbita temprana’, que suele durar tres días, los controladores empezarán a comprobar y calibrar los instrumentos para la puesta en servicio del satélite. Se espera que la misión comience sus operaciones en unos tres o cuatro meses. En los próximos meses también se completará el sistema con, al menos, dos satélites más. Eso permitirá obtener imágenes de gran resolución, con tecnología infrarroja y multiespectral, para diferentes usos. Además del meteorológico o ambiental, también se sirve a otros campos como la actuación en catástrofes naturales.