Tradicionalmente se ha utilizado al podenco como un perro para la caza. Eso ha motivado que muchos de ellos, cuando ya no sirven para tal efecto, quedan abandonados. En las perreras y en los lugares de acogida de las Protectoras de animales han detectado una presencia muy elevada de esta especie.
La fiesta del podenco es una iniciativa para ayudarles a encontrar un hogar. Lejos de la falsa creencia de que por ser buenos ayudantes en la caza son más agresivos, los podencos son fieles y tranquilos. La fiesta se ha previsto como un espacio donde darlos a conocer. De hecho se ha programado un desfile. También habrá actividades varias como la presentación de camisetas donde los podencos aparecen serigrafiados o acciones de información sobre la actividad que realizan las asociaciones pro animales.