Nueva estética y mayor funcionalidad para la calle Sant Josep de Maó que ha sido reabierta al tráfico tras las obras de reforma que se ha llevado a cabo en los últimos meses.
La reforma acometida perseguía aumentar de forma evidente la calidad de vida de todo el vecindario y la mejora en las infraestructuras y en el resto de elementos, lo que equipara la calle a otras zonas de la ciudad donde ya se ha actuado.
Continuidad estética con Cós de Gràcia
El nuevo diseño de la calle es similar al de Cós de Gràcia ya que se ha querido mantener una continuidad estética entre las dos vías. La calzada tiene una anchura de 3,3 metros y es de aglomerado impreso.
Una de las aceras tiene un ancho fijo de 1,5 metros, y la otra tiene una anchura mínima de 1,20 metros, aunque varía. Además, se han utilizado adoquines de 7 cm de espesor, a fin de mantener la misma calidad de materiales.
También se ha renovado el alcantarillado y las acometidas, y se ha instalado una red de saneamiento separada, que cuenta con dos canalizaciones independientes, una para transportar las aguas residuales y la otra para canalizar las aguas pluviales.
Finalmente, se han cambiado las canalizaciones de agua potable, se ha instalado un hidrante contra incendios para los bomberos y se ha realizado la preinstalación de la fibra óptica municipal.
En cuanto al arbolado, se ha decidido no poner, debido a los problemas que ocasionan las raíces de los árboles en este tipo de calles estrechas, aunque se contempla la instalación de jardineras de acuerdo con las propuestas de los vecinos
La concejala de Urbanismo, Dolores Antonio, subrayó, en la presentación del proyecto, la necesidad de esta reforma, porque “la calle se encontraba en un estado de conservación muy precario, ya que hacía mucho tiempo que no se había hecho ningún tipo de actuación “.