Una vez más nos encontramos con un problema de difícil solución. Varias administraciones tienen voz y voto para dirimir el destino de los terrenos que se utilizan para aparcar al lado de la playa de Son Bou, pero chocan. Los comerciantes de la zona claman una necesaria mejora del firme, pues con los años se han ido creando agujeros y desperfectos en el suelo de tierra que hacen peligrosa la maniobra de circular y aparcar.
Cuando se creó esa superficie, arrebatándosela a la zona húmeda del prado de Son Bou, la idea era que los usuarios de la playa tuvieran un lugar cercano para dejar el coche. Con los años se ha visto que una extensión tan grande se ha quedado pequeña, sobre todo en los meses centrales del verano. Pero es que ahora es casi impracticable y nadie ha previsto una alternativa.
Desde el Ayuntamiento de Alaior recuerdan que no es un tema en el que puedan tomar una decisión. La propiedad, el departamento de Costas, hoteleros, ecologistas y otras administraciones están atascados mientras pasan los años y los agujeros del suelo crecen suponiendo un peligro para la seguridad de los usuarios del aparcamiento. Imagen turística aparte, hay un serio problema a solucionar.
Parte de la culpa (solo parte) del mal estado del parking, fue autorizar un espectáculo ecuestre ofrecido hace unos años, para el que se esparció una tierra que con sol era una inmensa polvareda y con lluvias un impracticable barrizal. De esos barros estos lodos.