El tiempo no va a favor del cambio en el modelo energético. Las apuestas de los últimos años han hecho avanzar un proyecto de cambio de los combustibles fósiles convencionales hacia el gas, que es menos contaminante, en el momento en el que Menorca se plantea si debería abrazar sin miedo a las renovables.
Aunque hay mucho dinero en juego a nivel de inversiones, lo cierto es que ya hay un camino andado. El gas ciudad podría llegar a muchos más hogares si la red se hubiera extendido como se planificó en su momento. Pero los permisos y las obras se demoran. Por otro lado, uno de los grandes consumidores de gas es el transporte. En el caso de los grandes buques, ya hay pasos decididos a cambiarse al gas y eso sería determinante a la hora de desarrollar o modificar la actual infraestructura en el puerto de Maó. Las obras que se hicieron al unir con una conducción el puerto (zona de descarga de los petroleros) y las inmediaciones del aeropuerto podría ser fundamental para que el proyecto de la introducción del gas se haga en breve.
Paralelamente, las Directrices Estratégicas de Menorca son el documento que valoran las posibilidades reales del cambio de modelo energético y está por ver cómo sale valorada la opción del gas frente a la de las renovables.