El predicador salafista cuyo discurso público era muy conocido por los servicios policiales y de inteligencia europeos se dedicaba, en su vertiente más privada, a la captación de combatientes y recaudación de fondos para Siria, sin embargo las medidas de seguridad que adoptaba y sus cambios constantes de residencia dificultaban mucho su detención.
El detenido en Alemania tenía también como referente espiritual e ideológico al imán salafista detenido en Reino Unido, además mantenía contacto directo con el resto de arrestados y había participado en los vídeos propagandísticos elaborados por el grupo.
La investigación ha constatado que el grupo radicado en Mallorca había ido multiplicando progresivamente el número de adeptos, no sólo mediante su actividad en las redes sociales, sino también mediante reuniones semanales clandestinas, escenificadas con un claro reparto de tareas, un sheikh o sabio, dirigiendo el contenido cada vez más extremista, un ojeador de nuevos adeptos, y un captador quien realizaba el contacto directo con el futuro miembro.
Su polarización hacia el radicalismo más extremo, su total compromiso y adhesión con las directrices de DAESH, la justificación de los procedimientos terroristas llevados a cabo por los actores solitarios en Europa y su predisposición para acometer la yihad violenta propiciaron el desarrollo de esta operación en España, Reino Unido y Alemania.
Estas detenciones han contado con la colaboración del Centro Nacional de Inteligencia, la Policía Federal alemana-BKA, LKA de Renania del Norte-Westfalia, Metropolitan Police de Londres y CTU West Midlans Birmingham, así como con el apoyo de las agencias europeas EUROPOL, que ha trasladado a uno de sus expertos a Palma de Mallorca, EUROJUST y SIRENE.
La operación, que continúa abierta, se ha desarrollado bajo la supervisión del Juzgado Central Instrucción Número Uno, y coordinación de la Fiscalía de la Audiencia Nacional.