Los ministros del Gobierno Británico han anunciado este martes los planes para restringir las reclamaciones falsas por enfermedad durante las vacaciones en territorio balear y español.
Este paso se debe a las preocupaciones del sector turístico por el aumento de las reclamaciones falsas a los seguros por enfermedades gástricas como la intoxicación alimentaria, que presentan los turistas británicos, parcialmente respaldados por los operadores turísticos en hoteles europeos.
Los ministros han declarado que quieren reducir los incentivos en metálico para reducir las reclamaciones falsas contra los turoperadores que ofrecen paquetes de vacaciones. Según estas propuestas, los turoperadores pagarían una suma fija en función del valor de la reclamación, por lo que el coste de la defensa sería predecible.
El sector turístico advierte de que el aumento de las reclamaciones –que según el sector es de hasta un 500 % desde 2013– no se ha percibido en otros países europeos, lo que ha hecho crecer las sospechas acerca del alcance de las reclamaciones falsas y daña la reputación en el extranjero.
Uno de los grandes obstáculos para resolver el problema es que estas reclamaciones falsas se producen en el extranjero. Los costes legales no están controlados, por lo que el coste para los turoperadores que se enfrentan a las reclamaciones puede ser desproporcionado con respecto a los daños reclamados.
El secretario de Justicia David Lidington declaró que “nuestro mensaje para aquellos que efectúan reclamaciones falsas por enfermedad durante las vacaciones es claro: sus acciones son dañinas y no sé tolerarán”
“Para evitarlo, los ministros han pedido al Comité de Normas de Procedimientos Civiles (responsable de establecer las normas sobre los costes legales) que analicen urgentemente las normas que regulan los costes de las reclamaciones durante las vacaciones. Como resultado de los cambios propuestos, los costes fijos recuperables pueden ampliarse para cubrir las reclamaciones en el extranjero, lo que cerrará el vacío legal y supondrá un control más estricto de los pagos para los turoperadores”, declaró.
“La gran mayoría de turistas no realizarán reclamaciones falsas, y aquellos cuya reclamación sea legítima seguirán pudiendo reclamar los daños. Pero estos cambios pondrán fin a aquellos que efectúan reclamaciones falsas y ayudarán a detener el incremento del precio de los paquetes de vacaciones para la mayoría de la gente honrada”; concluyó Lidington.
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