Es Castell vive su día grande de Sant Jaume por todo lo alto. La diversión se apoderó este martes de la población que vivió al máximo y desde primera hora la actividades festivas. Un pasacalles matinal y la missa de caixers dieron paso a la tradicional davallada en la que volvió a aparecer el agua desde los balcones, las pelotas de playa para jugar y la animación para vivir intensamente los pocos cientos de metros que van desde la iglesia hasta s’Explanada. Una vez en la antigua plaza de armas del municipio tuvo lugar un espectacular jaleo, muy participado, en el que destacaron varios cavallers que aguantaron a sus monturas muchos segundos sobre sus cuartos traseros. Para este martes por la tarde aún quedan ses corregudes y los fuegos artificales antes de las verbenas. Y el miércoles la celebración se trasladará a Calesfonts por Santa Anna. |