Si se cumplen los planes del Ayuntamiento, el año que viene ya podría ser una realidad. ¿Qué tiene esta planta que no tengan otras? La tecnología que consigue descomponer a través de corriente eléctrica los nitratos en moléculas de oxígeno y nitrógeno. Algo que se libera en la naturaleza de manera natural y sin causar ningún perjuicio. En la potabilizadora de Es Castell, por ejemplo, se genera con el proceso cierta cantidad de residuos derivados del tratamiento del agua. En este caso, este porcentaje se reduce considerablemente. El proceso, no obstante, también tiene algunas pegas como su precio para mantenerla en funcionamiento. Aunque fuentes del consistorio afirman que esto es una solución momentánea.
El sistema tampoco emplea aditivos químicos, ya que utiliza como reactivos el contenido natural de los cloruros de las aguas de pozo y tiene un coste de entre cinco y seis euros por kilo de nitrato eliminado. Los métodos utilizados hasta ahora, como la ósmosis inversa o la electrodiálisis, producen residuos en forma de sales que son tóxicos, difíciles de eliminar y que consumen el 20 % del agua tratada a un precio de nueve euros por litro.
En el año 2012 empezaron a ponerse en marcha las primeras plantas piloto de desnitrificación con este sistema más ecológico y respetuoso con el medio ambiente y Maó quiere limpiar de nitratos sus aguas con esta tecnología. Pero además quiere incentivar cambios normativos que permitan recuperar y aprovechar cuanto más mejor el agua de lluvia que caiga sobre las viviendas (nuevas o no) de Maó.