También se las conoce como las Perseidas y, gracias al bajo índice lumínico de muchos lugares de costa virgen de Menorca, se consiguen las condiciones óptimas para seguir este espectáculo natural que vuelve todos los agostos a los cielos nocturnos.
El propio Consell Insular de Menorca fomentó la inclusión de la isla en el programa Starlight que distingue a los lugares donde se puede disfrutar mejor de los efectos astronómicos.
Los meteoros de las Perseidas proceden del cometa Swift Tuttle, que cada 133 años completa un viaje a través del sistema solar interno dejando tras de sí una estela de polvo y arena. Cuando la Tierra pasa a través de la zona de escombros, estas partículas del cometa golpean la atmósfera, desintegrándose y dejando los brillantes destellos de luz que pueden cruzar el cielo a una velocidad de entre 56 y 72 kilómetros por segundo.
Estas estrellas adquieren su nombre de Perseidas de la constelación de Perseo ya que, aunque aparentemente no poseen una conexión directa con esta región, su dirección sí que parece provenir de la posición de la misma.
Este año, las condiciones meteorológicas son fundamentales para disfrutar bien del espectáculo. Según el portal de aficionados a la astronomía Astroafición, al igual que el año pasado, este año la frecuencia con la que aparecerán meteoritos será elevada y rondará los 100/150 meteoros por hora y podremos observarlas a pesar de la luz de la luna. Mejor que fuegos artificiales. Cuando una partícula de las Perseidas entra en la atmósfera puede alcanzar una temperatura de hasta 1.650 grados centígrados, lo que evaporiza a la mayoría de ellas, creando lo que llamamos estrellas fugaces.
Algunos establecimientos turísticos de Menorca ya han presentado sus ofertas para ver esta lluvia de estrellas desde un lugar elevado, con sólo la luz de las velas y una copa de champagne Moët Chandon.
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