Llucmaçanes ya vive sus fiestas de Sant Gaietà. El fabioler Víctor Pons hizo sonar su ‘primer toc de fabiol’ y al alcaldesa de Maó, Conxa Juanola, entregó la vara de mando a la caixera batlessa de este año, Esther Parpal. A destacar que toda la ‘qualcada’ llevó brazaletes blancos y que la bandera del núcleo rural lucía un crespón negro en recuerdo de Francesc Pons Olives (Xec es vinater), presidente de la asociación de vecinos fallecido hace apenas un mes. La diversión se alargó hasta muy entrada la noche y seguirá a lo largo de las próximas horas. |