No es exclusivo de una sola fiesta. Patronal o particular, cualquier ocasión parece buena para que muchos adolescentes se apunten a beber. El desconocimiento o, incluso a veces, la permisividad de algunos padres está fomentando que estén dando pasos hacia borracheras ocasionales, comas etílicos o a iniciarse en el alcoholismo.
En este sentido, la caixera batlesa de Sant Lluís Teresa Borrás, hacía un llamamiento a cuidar este aspecto con la debida seriedad: “Uno puede reír y divertirse mucho sin probar ni una sola gota de alcohol”
Hace un mes que el Servicio de prevención de drogodependencias del Consell presentó su memoria de 2016 con cifras que situaban al alcohol como la droga que más afecta a los jóvenes de la isla, suponiendo el 40% del consumo total de sustancias tóxicas.
Precisamente es en el ámbito de las fiestas cuando más alerta han de estar los padres para proporcionar a los jóvenes propuestas que les alienten a eludir el consumo de alcohol. Borrás asegura que beber pomada es una tentación para los niños (adolescentes), pero que hay muchas maneras de disfrutar de la fiesta sin necesidad de alcoholizarse ni llegar a extremos peligrosos para la salud.