El grupo ecologista GOB denuncia la especulación urbanística que se esconde tras la reconversión de edificios de predios en teóricas plazas de agroturismo y que acaban costando la propia explotación ganadera.
Los ecologistas aseguran que “crear algunos nuevos establecimientos de agroturismo u hotel rural no parecía una idea sin cordura. Podían ser un ingreso económico que complementaré la actividad agraria (y que, por tanto, ayudara a mantenerla)”. Pero apuntan que la mayoría de proyectos son como los de Son Vell, en Ciutadella.
Este predio quiere transformar para usos turísticos cuatro naves que se construyeron en 2011 por albergar el ganado de lugar. Son cuatro inmuebles prácticamente nuevos, de más de 350 m2 cada una y que se quieren ampliar a 475 m2, que se sumarían a los edificios del propio lugar (1.100 m2) una boyera antigua (540 m2), otro boyera llamada pequeña (300 m2) y dos establos accesorios (170 m2). También quieren incluir un edificio de nueva planta de 270 m2. El objetivo es lograr alojamiento para más de 140 personas.
Se da la circunstancia que la actividad agrícola se quedaría entonces sin construcciones para esta labor y se debería pedir permiso para levantar edificios que cumplan con esta función.
En estos últimos meses otras fincas como Sant Llorenç, Sa Marjal y Torralba han realizado acciones similares.
A los miembros del GOB les “llama la atención que ninguno de ellos propone rehabilitar edificios agrarios para nuevos usos agrarios. Todos apuestan por utilizar los edificios existentes para usos turísticos, y añadir nuevas construcciones con fines supuestamente agrarias”.