La regatista del Club Marítimo de Mahón, Mónica Montañés Sintes (Es Castells 1996), cumplirá esta semana en la Menorca 52 SUPER SERIES Sailing Week uno de sus grandes sueños como regatista, al ser reclutada por el ‘Alegre’ del armador norteamericano Andrés Soriano durante toda la semana. Mónica formará parte del mejor circuito de regatas para barcos monocascos del mundo. Para Mónica la semana va a ser excepcional: “La verdad es que aún no me lo creo. Es una oportunidad que no voy a tener nunca más, única, y para mí es un sueño que se hace realidad”.
La opción de regatear en la Menorca 52 SUPER SERIES Sailing Week se la ha posibilitado el comodoro del Club Marítimo de Mahón, Damià Borrás. El experto conocedor del campo de regatas de Mahón va a colaborar en esta prueba con el Alegre en tareas de consultor. Y el equipo le pidió un perfil de regatista que debía tener una cualidad muy específica: pesar 50 kilos. Y ahí es cuando Borrás pensó en Mónica: “Me llamó y me dijo que necesitaban 50 kilos para llegar al máximo del barco y que yo les venía perfecto y que había pensado en mí. Le dije que sí inmediatamente”.
Mónica Montañés ve “que esta regata es el mejor sitio en el que podría estar con unas tripulaciones profesionales y con unos barcos que están a la última en tecnología. Barcos construidos exprofeso para navegar en competición. Son una pasada. Y, además, estaré con los mejores regatistas del mundo”. Sobre su rol en el velero de bandera inglesa, Alegre, comenta: “Pedían una persona para hacer banda y contrapeso y que les ayude en algún momento en alguna tarea de maniobra específica. Alguien que supiera navegar bien por si había que ayudarles. Yo me conozco bastante bien el campo de regatas, pero Damián será el que les explique todos los trucos de Menorca. Yo creo que ellos saben mucho más que yo, pero si les puedo ayudar en algo con mi experiencia en el campo de regatas, pues para eso estamos”.
Pero Mónica no será la única mujer que esté compitiendo desde el martes en aguas de Menorca. En el Rán Racing también hay una chica en el barco, se llama Carolina Werner y es alemana: “Somos pocas chicas, pero es normal, ya me imaginaba que sería así… Las dos creo que haremos un trabajo muy parecido” El poco contacto que aún ha tenido con los que van a ser sus compañeros de regata esta semana en Maó ha sido muy gratificante para ella: “La verdad es que el armador y todo el equipo me han recibido muy bien. Son todos muy simpáticos”.
