8.000 toneladas de lodos tóxicos siguen en el municipio de Ferreries sin que la Conselleria balear de Medi Ambient haya iniciado los trabajos para su retirada. En el consistorio ven esta demora con preocupación. El alcalde Josep Carreras anunció que enviarán un requerimiento a la Conselleria para que ejecute la retirada de este material peligroso para su descontaminación en una instalación adecuada.
Las 8.000 toneladas proceden de la antigua depuradora y suponen un gran riesgo ecológico por lo que podría suponer su vertido y filtración al subsuelo. Desde hace dos meses ya existe un proyecto redactado por el técnico Pere Fraga que se envió a Medi Ambient para ejecutar la retirada de fangos tóxicos.
La intención del consistorio es que, al llevarse los fangos tóxicos, se pueda recuperar toda la zona y aprovechar como espacio verde para la ciudadanía.