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Las empresas turísticas de Menorca padecen las cancelaciones por la quiebra de Monarch

El sector turístico de la isla ya está trabajando en la búsqueda de otras compañías que mantengan el puente abierto con el exterior

El arco de agua les da la bienvenida
El arco de agua les da la bienvenida
Las cancelaciones han puesto en jaque al sector de la isla por lo que queda de año

Los estrategas de la promoción turística de Menorca tenían claro que si el verano ya funciona por sí solo, era necesario potenciar el resto del año. Y todo pintaba bien hasta el momento. La publicidad decía “better in winter” invitando a descubrir la cara B de una isla que tiene otros encantos. Pero para que esto funcionara era preciso que las compañías aereas se comprometieran a poner los aviones.Con Monarch había un punto de partida, hasta que quebró.

Este viernes pasado se reunieron de urgencia varios estamentos para buscar soluciones a un problema. Y el problema no era baladí; cancelaciones, empresas turísticas abiertas para no atender a nadie y por tanto gastos innecesarios de personal. En definitiva, el viejo y conocido fantasma que vuelve cada invierno a la isla para recordarnos que estamos aislados.

Sobre la mesa hay contactos y nuevas estrategias que, por la premura, ya no solo apuntan a buscar a alguna compañía que se atreva a arriesgar y poner la connexión con el extranjero si no que -además- hagan una planificación mayor a medio y largo plazo. Es decir, que se cierren compromisos de cara a la temporada 2018 e incluso al invierno 2018-2019. Si hay respuesta positiva es posible que se conozca en la próxima feria del sector, como la de la World Travel Market de Londres. Es habitual hacer anuncios a todo bombo aprovechando el contexto. Si no hay acuerdos cerrados habrá que asumir que la apuesta que recaía en el compromiso de Monarch ha sido un fracaso.

¿Por qué pasa esto? En un reciente artículo de Paco Nadal en el diario El País se plantea que Air Madrid, Air Comet, Starling Airways, Spanair, Alitalia o Air Berlin son solo algunas de las compañías que dijeron adiós por no poder sostenerse en un mercado donde la filosofía low cost revienta precios y acaba por no hacer rentable a las compañías. ¿Deberían pagar más los pasajeros y asegurar así la continuidad del servicio? ¿Debería ser la administración que subvencionara una cantidad para asegurarse que la compañía no aparcará los aviones en el hangar? “No hay fórmula mágica para solucionar esto”, ha dicho la gerente de ASHOME Azucena Jiménez.


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