Los datos de SIGRE demuestran que los menorquines se implican en el correcto reciclado de medicamentos. Cuando hay alguna pastilla que caduca y ya no conviene que la consumamos, son los puntos SIGRE que se hallan en las farmacias donde se deben depositar.
Ahora se lanza en Baleares una campaña titulada “Sa teva ma també compta, ma a ma per un mon millor” que, en coincidencia con el decimoquinto aniversario de SIGRE en las islas, quiere concienciar de que no sólo los medicamentos deben reciclarse así, si no también los envases. En muchos casos, blisters, botellas u otros envases pueden contener trazas del principio activo que llevaba en origen. Por lo tanto, los responsables de los puntos SIGRE piden mayor colaboración para que la ciudadanía ayude a completar mejor el círculo del reciclado.
Según los portavoces de SIGRE, tras la recogida, se realiza una primera selección de materiales. Tras la separación de los elementos químicos, plásticos o de papel-cartón, se distribuyen los materiales para su correcto tratamiento en plantas especializadas. En el caso de los medicamentos y sus principios activos, se llevan a una planta de la península donde se destruyen. En el proceso de quema, se desprende y reutiliza la energía calorífica para producir energía eléctrica.
Hay 39 farmacias en Menorca que participan de la recogida de los medicamentos usados. Si la media nacional ronda el 91% de reciclaje del total de medicamentos, en Menorca oscila entre el 72 y 73%. Pese a eso, Menorca está por delante del resto de las islas del archipiélago en reciclaje de medicamentos.