La presencia de plásticos flotando en el mar no es algo nuevo, pero para Carlos Salord y aquellos que le dan soporte, la cantidad de basura que se podía apreciar en el puerto antiguo de su ciudad era alarmante. Y así empezaron a hacer un sencillo estudio de recogida y contabilización de los plásticos que aparecían en la zona. En una estimación aproximada dedujeron que cerca de una tonelada de plásticos había ido a parar al mar sólo en la zona del puerto de Ciutadella en el último año.
Además, hicieron un análisis de los plásticos que recogían para dilucidar su origen. La zona de ocio del pla de Ciutadella es uno de los principales focos, pero no el único. Ya han comenzado las conversaciones con comerciantes, locales de ocio y responsables de la zona portuaria para frenar el aporte de plástico al mar.
Según Salord, tienen “esperanzas de incidir con su trabajo en la consciencia de las personas y evitar así el incivismo que acaba contaminando el entorno marin”o pero, sobre todo, querrían conseguir fondos que les permitan seguir haciendo estudios como la manera en la que la contaminación por plásticos afectan a la fauna marina o qué efectos tiene la descomposición química de los plásticos que ya están en el ambiente marino.
Salord recuerda que la administración dedica una gran cantidad de dinero en recoger cada año la basura que acaba en el mar. Una basura que las mareas, corrientes o temporales devuelve antes o después de nuevo a la costa.