En un primer momento fue el conseller Marc Pons que fue a Madrid en persona esperando una respuesta favorable al cambio. Desde el Govern Balear aspiran a llegar al 2020 con los deberes hechos; con una menor cantidad de generación de CO2 que favorece el calentamiento global. Los dos puntos donde se debe trabajar son en el transporte y en la generación de energía.
Como Madrid se aferra a quemar carbón, gasoil y fuel oil, la negativa del Estado cayó como un jarro de agua fría. Pero para cumplir con la reducción de contaminación por parte de la chimenea de la central también se pueden aplicar filtros que utilizan agua. Algo que no convence al regidor de sostenibilidad de Maó Rafa Muñoz que se pregunta ¿qué tratamiento posterior se haría de esa agua que sirve para capturar las partículas contaminantes?
Según el argumento que han alzado al pleno, el sistema energético insular no ha variado de forma apreciable en su configuración y está lejos de lo que sería
esperable y deseable tras 25 años de Declaración de Reserva de la Biosfera.
La dependencia energética de Menorca de los combustibles fósiles es del 98%, e implica una
gasto económico muy elevada cuantificada en más de 273 millones de euros año, tal y como
indica en la diagnosis de las Directrices Estratégicas de Menorca que está elaborando el Instituto
Menorquín de Estudios.
Aparte de este gasto que implica la descapitalización de la isla, ya que hay que importar una energía
que podría ser perfectamente generada con recursos propios, lo más destacable es el elevado impacto
ambiental y social que conlleva el uso de los combustibles fósiles: a nivel mundial en general, como
evidencia el progresivo aumento del deterioro ambiental y los efectos del cambio climático en
consecuencia de la emisión de gases de efecto invernadero (GEI); pero también a nivel local en
particular, con afectación a la calidad del aire y la salud pública de los residentes que viven más
cerca de los focos contaminantes, como es el caso de la Central térmica de Maó, máximo foco de
contaminación ambiental en Menorca y responsable, ella sola, del 60% de las emisiones de gases
de efecto invernadero de la isla.
La Central térmica de Maó supone una potencia instalada de 245 MW, de los cuales 41 MW
alimentan con fuel y 204 MW con gasóleo. Estos últimos están conformados por 5 turbinas de gas,
mucho más modernas que los grupos fuel, que pueden funcionar perfectamente con gas natural y que
tienen suficiente capacidad para cubrir la máxima demanda energética de la isla, que siempre puede ser
reforzada con la utilización correcta del enlace submarino con Mallorca. El ayuntamiento valora los costes económicos, ambientales y para la salud para adoptar los siguientes acuerdos:
1. Instar al Gobierno de España que reconsidere su postura de mantener en funcionamiento
«Sine die» la Central térmica de Maó con fuel y gasóleo y que adopte las medidas necesarias
para posibilitar el uso del gas natural a esta Central, teniendo en cuenta las características
especiales del territorio donde se ubica la central: Reserva Mundial de Biosfera y Sede mundial de
Reservas de Biosfera, islas y territorios costeros por el desarrollo sostenible.
2. Instar al Gobierno de España y al Gobierno de las Islas Baleares que se valoren también los
beneficios económicos indirectos de la mejora ambiental que supone el cambio de combustible,
de acuerdo con el estudio citado de costes sociales de la Agencia Europea de Medio Ambiente, dado
que los costes de recuperación de las inversiones necesarias son significativamente bajos en
comparación con los costes sociales que se describen en el informe, así como los costes de
salud derivados.
3. Instar al Gobierno de España y al Gobierno de las Islas Baleares a reanudar las negociaciones
para fijar un calendario realista y asumible por ambas partes que permitan, en el caso
particular de Menorca, la consecución de los compromisos internacionales en el horizonte 2020.
4. Instar al Gobierno de España y al Gobierno de las Islas Baleares, a impulsar las medidas
necesarias para que Menorca, de acuerdo con los acuerdos de París, alcance el objetivo
de emisiones cero en 2050.
Esta comunicación la trasladarán a todos los principales estamentos que puedan darse por aludidos por estas peticiones.