Durante este año que hoy termina, el Govern que preside Francina Armengol, integrado por el PSIB y Més per Mallorca, se ha visto golpeado por severos contratiempos políticos que han generado polémica y por tanto, desestabilización e incertidumbre. Por ello, en demasiadas ocasiones las crisis en el seno de Més y también en Podem, formación que sin estar dentro del Ejecutivo le da apoyo parlamentario, han sido la tónica predominante que ha eclipsado la acción de gobierno, para desespero de la presidenta.
Xelo Huertas dimite
El 2017 comenzó con la expulsión de la entonces presidenta del Parlament, Xelo Huertas, de su partido político, Podem Illes Balears, y por tanto de su grupo parlamentario. En aplicación del reglamento de la Cámara, Huertas tuvo que presentar su dimisión y se abrió la discusión sobre quién habría de sustituirla.
Recordemos que las diputadas Xelo Huertas y la ‘menorquina’ Montse Seijas fueron expulsadas de Podem acusadas de haber intentado beneficiar al investigador Daniel Bachiller. Tras haber acudido a la Justicia, finalmente los tribunales han dado la razón al partido y ambas diputadas siguen expulsadas e integradas en el Grupo Mixto.
Balti Picornell
Conforme a los Acords pel Canvi, la presidencia del Parlament es un cargo a designar por Podem. Aunque sus socios presionaron para que fuera ocupado por la entonces portavoz parlamentaria Laura Camargo, desde la formación morada propusieron al diputado Baltasar Picornell.
El PSIB mostró sus reticencias por su inexperiencia y por su perfil político, excesivamente radical, sugirió que el elegido fuera uno de los suyos, Vicenç Thomàs, a la sazón vicepresidente de la Cámara. Pero Podem amenazó con romper el pacto si se vetaba a Picornell. Finalmente el PSIB cedió y Picornell fue elegido presidente el 14 de febrero.
Contratos de Jaume Garau
A finales de marzo saltó a la opinión pública la noticia de que algunos departamentos del Govern controlados por cargos de Més habían otorgado contratos menores sin concurso público a la empresa de quien fuera su jefe de campaña en las elecciones de 2015, Jaume Garau, por valor de 154.000 euros. La tormenta política que se desató obligó a la consellera de Transparencia, Cultura y Deportes, Ruth Mateu, a dimitir. Fue sustituida por la ibicenca Fanny Tur, aunque el departamento de Transparencia pasó a depender de la conselleria de Presidencia, a cargo de la socialista Pilar Costa.
Descontento en Més per Menorca
La formación Més per Menorca no disimuló su profundo malestar y descontento ya que la crisis se había cobrado una víctima nombrada por ellos, quedando por tanto fuera del Govern. A partir de aquel momento, este partido se ha mostrado mucho más crítico con el Govern y se le ha visto ir un tanto “por libre”, incluso presentando enmiendas en el Parlament sin haberlas consensuado con el resto de formaciones de los Acords pel Canvi.
Investigación judicial
La Fiscalía de Balears, tras investigar el asunto de los contratos a Garau, decidió presentar una querella y judicializar el caso. Así pues, este asunto seguirá siendo noticia en 2018, aunque todos los implicados han sido apartados de sus cargos de responsabilidad para evitar mayor desgaste al Govern. Sin embargo, el baldón que supone para Més no será fácil de borrar, pues las sospechas de que los contratos a dedo sirvieron para premiar de algún modo a Jaume Garau, ahí están.
Guerra interna en Podem
A principios de mayo y ante la proximidad de las elecciones primarias en Podem para elegir a los nuevos dirigentes autonómicos, se conoció que la entonces portavoz parlamentaria, Laura Camargo, había decidido disputarle el puesto a Alberto Jarabo, quien ocupaba la secretaría general en aquel momento. En un primer momento Jarabo se mostró dispuesto a dar la batalla, pero al saber que la práctica totalidad de los diputados de su grupo daban su apoyo a Camargo, decidió apartarse y no optar a la reelección. Sin embargo, muchos cargos, dirigentes y afiliados a Podem, disconformes con la maniobra de Camargo para apartar a Jarabo y apoyados por la dirección nacional del partido, que temía que Camargo (de la corriente anticapitalista) se hiciera con el poder, decidieron buscar a alguien que sí optara a la secretaría general y se enfrentase a la portavoz parlamentaria. Encontraron a Mae de la Concha, diputada por Menorca en el Congreso de los Diputados.
Mae de la Concha
A principios de octubre se celebraron las elecciones y De la Concha se alzó vencedora aunque por un estrecho margen. Laura Camargo sería más tarde apartada de la portavocía del Grupo Parlamentario, donde se colocó a Alberto Jarabo, aunque con la oposición de la mayoría de diputados.
El PSIB se libra
También en 2017 se ha llevado a cabo la renovación de los órganos directivos del PSIB, tras las primarias en el PSOE que enfrentaron a Pedro Sánchez y a Susana Díaz. La militancia estuvo a favor de Sánchez, como también lo estuvo Francina Armengol tras cambiar su apoyo inicial a Patxi López.
Armengol fue proclamada secretaria general del PSIB el 3 de julio y Mercedes Garrido secretaria general de la Federación Socialista de Mallorca. El control del partido por parte de Armengol es absoluto y el PSIB se libra del desgaste interno que sí padecen sus socios de Més y Podem.
Company acaba con la etapa Bauzá
En el Partido Popular de Balears, Gabriel Company se impuso claramente en el Congreso celebrado a finales de marzo al expresidente de la formación y actual senador autonómico, José Ramón Bauzá. Obtuvo el 72% de los votos frente al 28% del expresident del Govern, tras una áspera y a veces no muy limpia campaña por parte de quienes apoyaban a Bauzá.
Company prefirió dedicarse al trabajo interno en el partido y a la renovación de las juntas locales e insulares, dejando el papel de portavoz del Grupo Popular en el Parlament a Marga Prohens. Únicamente en el debate de política general de este año, Company se enfrentó a la presidenta del Govern Francina Armengol. Los populares prácticamente han concluido su renovación interna y se muestran cohesionados en torno a un líder que aspira a reconquistar las principales instituciones de Balears perdidas en 2015.
Biel Barceló viaja a Punta Cana
El último escándalo político que ha afectado al Govern y a Més per Mallorca fue el viaje del vicepresidente y conseller de Innovación, Investigación y Turismo, Biel Barceló, a Punta Cana, invitado por un programa deportivo de Canal 4 TV que patrocina Air Europa.
A principios de diciembre el vicepresidente viajó gratis con el equipo del programa ‘Fora de Joc’ hasta Punta Cana. Al saberse a través de una foto publicada en una red social que Barceló formó parte de la comitiva, por más que no participó en la grabación del programa que se hizo allí, se desató el escándalo. Barceló fue acusado de infringir el código ético del Govern, que impide aceptar regalos de más de 50 euros. Al perder el apoyo de Podem, que inmediatamente exigió su dimisión como lo venía haciendo por el caso de los contratos a Jaume Garau, PSIB y de la propia ejecutiva de Més, Barceló presentó su dimisión, aunque mantiene el escaño en el Parlament.
Bel Busquets, consellera de Turismo
Volvió a abrirse la polémica para cubrir la vacante. Més per Mallorca exigió mantener tanto la vicepresidencia como la conselleria de Turismo y designó a la coordinadora del partido, la diputada Bel Busquets.
Nuevamente el PSIB mostró sus reticencias ya que Busquets no tiene ningún conocimiento específico sobre el sector turístico, ya que es filóloga y docente de profesión. Las pegas del PSIB, que se mostró partidario de otorgar la vicepresidencia a la consellera Fina Santiago, indignó a sus socios de gobierno.
Finalmente, Armengol tuvo que ceder y Busquets ya es la vicepresidenta del Govern y consellera de Turismo.
Demasiados conflictos internos
Como puede comprobarse, la mayoría de conflictos que han afectado al Govern se han originado en las estructuras internas de las formaciones que lo integran o que le dan apoyo, excepto el PSIB.
Més y Podem han causado un desgaste de la imagen del Ejecutivo, que ahora necesita tranquilidad para poder exhibir su acción de gobierno y las medidas que impulsa, sin interferencias que le resten protagonismo.
Menorca y sus partidos
Los principales partidos menorquines también sufrieron cambios importantes en sus liderazgos en 2017. Coia Sugrañes asumió la presidencia insular del PP en sustitución de Santiago Tadeo. El cambio del PP fue también físico ya que abandonaron su tradicional sede insular en la calle Sant Jordi de Maó para trasladarse junto al Pont de Sant Roc.
La crisis del PSOE terminó con la elección de Susana Mora como nueva secretaria general en lugar de un Vicenç Tur que abandonó la política de primera línea. Mora sustituyó a la junta provisional. No fue esta la única crisis del partido de la rosa. En Es Migjorn Pere Moll sigue como alcalde pero expulsado de la formación.
También de crisis se puede hablar en el caso de Més, pero no con la acepción de problema sino de evolución. La formación ya es plenamente independiente y no la suma de otros partidos.