Por si alguien todavía tuviera alguna duda, estamos asistiendo a un cambio en la forma de entender nuestro mundo. A nivel energético y de transporte, eso apunta a que pronto no será noticia que hablemos de movilidad eléctrica. Pero hoy, con unos precios de mercado lejos de la mayoría de los bolsillos comunes para la compra de coches que no contaminan, lo suyo es atender a lo que impulsa el cambio desde otras esferas.
La semana pasada, en el marco de la jornadas que organizó Soranoid en el Hotel Port Mahón dirigidas al sector turístico, el conseller Marc Pons explicó algunas fuentes de financiación que vienen para ayudar a que la movilidad eléctrica se vaya implantando. La presencia de puntos de recarga en instalaciones hoteleras donde se prestan servicios de alquiler de (de momento) algunos pocos coches eléctricos, es ese primer paso. Pero desde el Govern Balear son conscientes de que se predica con el ejemplo. Mientras que la administración pública empieza a mover ficha con instalación de placas fotovoltaicas en edificios públicos o adquisión de algún que otro vehículo plenamente eléctrico, es clave que las empresas de alquiler de coche se impliquen. Por eso Marc Pons propuso la idea de que a partir del 2020 las empresas de alquiler de coche de Menorca tuvieran un 10% de su flota en formato eléctrico. A partir de entonces deberían sumar un 10% más anualmente y así se conseguiría que el 2030 ya se alcanzara el 100%.
Cuando las compañías de alquiler apuesten por la adquisición de este tipo de vehículos generarán después un mercado de venta de coches eléctricos de segunda mano que ayudará a ajustar los actuales precios y, por tanto, a que los consumidores -muchos de ellos ya ávidos de ocasiones para hacerlo- compren su primer coche que no contamina.