Menorca registró la temporada pasada un total de 45 incidentes graves en sus playas. Entre ellos destacan tres muertes por diferentes causas en Cala Galdana, en Cala en Porter y en Cales Fonts. Lo explicó este martes el director general de Emergencias del Govern, Pere Perelló.
Pero destacó por encima de los muertos las personas que a pesar de sufrir un ahogamiento se pudieron salvar gracias a la actuación de los servicios de rescate. Fueron un total de cuatro.
La seguridad de las playas en Menorca recae en 55 socorristas más 18 personas reactivas que tienen otras ocupaciones pero que pueden actuar en casos de salvamento. Nuestra Isla tiene ahora 84 zonas de baño de las que sólo Son Bou está considerada de alto riesgo debido a la gran cantidad de gente que acoge, no por la peligrosidad de sus aguas. Hay también 22 áreas de riesgo medio y 61 de bajo.
Además, todos los puestos de socorro están muy controlados. El año pasado se hicieron 51 visitas de inspección técnica y no se detectó ninguna irregularidad.
Perelló hizo hincapié en sus declaraciones en la importancia para el turismo de ser un destino seguro ya que se trata de un valor añadido que los visitantes tienen en cuenta a la hora de elegir su lugar de vacaciones.