La piel es una de las partes más sensibles de nuestro cuerpo, y más aún si estamos hablando de la piel del rostro. También incluimos dentro del rostro a los ojos, que son especialmente delicados. La cara suele ser afectada a diario por varios factores ambientales, que van desde el viento hasta la humedad. Dentro de estos factores está implícito uno que muchos no tienen en cuenta, excepto cuando van a la playa, que es el sol.
La luz solar si bien en ciertas dosis o cantidades puede ser buena para el cuerpo, si se presenta a grandes intensidades puede ser perjudicial, tanto para la piel como para los ojos. Una constante exposición a altas intensidades de luz solar puede ocasionar daños por quemaduras, irritaciones y hasta posibles desórdenes intracelulares. Por esto, debemos tener mucho cuidado con la exposición que tenemos al sol frecuentemente.
¿Por qué comprar protector solar facial?
Los protectores solares sirven como filtro de la luz ultravioleta, sin importar en qué fecha del año te encuentres. Esto se debe a que la intensidad de la luz solar varía dependiendo de la ubicación geográfica en la que te encuentres, siendo mucho mayor cuanto más nos acercamos al ecuador. El uso de los protectores solares es uno de los principales métodos para evitar quemaduras en la piel, como el rostro ante exposiciones prolongadas a la luz solar.
Su funcionamiento consiste en la fórmula esencial que posee cada tipo de protector solar facial, el cual indica cuál es el porcentaje de absorción de luz que posee. Además de eso, muchos de los protectores solares poseen una propiedad que evita el fotoenvejecimiento, proporcionado por el protector UVA. Esto se debe a que la luz solar deteriora lenta pero gradualmente nuestra piel. Esto es determinado por las siglas PPD y lo mejor es que estas presenten un nivel 8 de protección.
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Motivos para comprar gafas de sol
Las gafas de sol son un accesorio de gran utilidad para proteger nuestros ojos de las altas intensidades de la luz solar. De igual manera, no es tan importante la fecha del año, ya que, aunque no nos lo creamos, en invierno también es necesario usarlas, sobre todo si hay nieve en el suelo, ya que esta refleja la luz solar hacia nosotros.
Las lentes solares para que protejan nuestros ojos, debemos de tener en cuenta la conformación del cristal, que debe estar diseñado para no dejar pasar cierta cantidad de luz a través del lente. Para ello, se requiere de un desarrollo específico que le da un porcentaje de absorción solar. Las lentes solares suelen tener una etiqueta con un número que indica el nivel de filtro y el porcentaje de absorción.
Estos niveles van de 0 a 4 y tienen una absorción de luz de 0%-20% (nivel 0) y del 92%-97% (nivel 4). Es importante saber que una gafa de sol sin el filtro que esta debe indicar, no es una gafa de sol completa, ya que no protege. A pesar de que el ojo posee métodos de protección propios, lo mejor es siempre contar con lentes de sol que nos brinden una mayor seguridad.
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