Según destacan desde la Sociedad Española de Alergología e Inmología Clínica (SEAIC), a mediados del mes de febrero ya se encontraban unos niveles altos de pólenes a lo largo de toda la geografía española.
Las arizónicas y cipreses tienen sus mayores índices de afección durante los meses de febrero-marzo, los plátanos en marzo y abril y las gramíneas en mayo-junio. Debido a las diferentes características climáticas del territorio, la sensibilización a las alergias es muy distinta en función de la región. Así, las gramíneas afectan al centro y norte peninsular, el polen del olivo al sur de España, y la Parieta judaica, una mala hierba, en la zona mediterránea.
Los expertos destacan que las gramíneas de crecimiento espontáneo, como malas hierbas, son la causa más común e importante de polinosis en España.
Y es que, según los expertos, en la intensidad de la alergia a las gramíneas son las lluvias durante el invierno y primavera las que determinan sus características. A lo largo de los últimos meses se ha registrado un 60% más de lluvias en Menorca lo que implica que las concentraciones de gramíneas durante la primavera vayan a ser muy altas. Las variaciones pueden ser de cuatro o cinco veces más, es decir muy altas.
Ciprés, fresno, ortigas y plátanos de sombra son las especies que mayor polinización registran ahora según se puede consultar en el registro que ofrece meteorología. Hace unos años atrás había un estudio de la UIB que registraba con precisión la presencia de alérgenos en el aire de Menorca, aunque actualmente este proyecto ha quedado desmantelado.
Algunos consejos básicos para los alérgicos al polen son evitar el contacto con el exterior en días soleados, secos y con un poco de viento, prefiera aspirar a barrer, lleve las ventanillas del coche cerradas y utilice aires acondicionados con filtros limpios, use gafas de sol y evite el tabaco.
