Aunque surgen de diferentes ámbitos, todos piden lo mismo. Por un lado los sindicatos, por otro los ciudadanos que -de manera casi espontánea- fueron sumando adhesiones. Aún tenemos que sumar Plataformas con una organización que se extiende por todo el país a la búsqueda de firmas que permitan forzar las mejoras deseadas desde un cambio legislativo profundo, desde la propia Constitución.
Pero, ¿qué pide todo el mundo?. Unas pensiones dignas. La recuperación económica de estos últimos años no se traslada a la vida real de las personas y muy particularmente las pensiones de jubilación sufren las consecuencias de -según todas las voces que salen a la calle a quejarse- una mala gestión.
Además, todas las personas que se movilizan a favor de mejores pensiones (pensiones dignas) apuntan a que se han de poner soluciones a esta situación hoy y garantizar que no volverá a suceder en el futuro. Algunos analistas destacaban que se debería asumir que la demografía nos empuja a la desaparición de las pensiones tal y como las hemos conocido y que gestores externos (lo que muchos alertan como una privatización en toda regla) podrían quizás llevar mejor este tema.
Desde un punto de vista político hay voces que se postulan frente al tema de las pensiones. Pero también desde aquellos ciudadanos que no quieren hacer otra cosa que defender su situación frente a lo que consideran un agravio a su subsistencia por unas pensiones insuficientes.