Comerciantes y peatones del puerto de Maó han hecho llegar a esta redacción su malestar porque uno de los tramos de la acera lleva mucho tiempo dañado y sin arreglar.
Tras la ejecución de unas obras, el piso quedó dividido en dos pequeñas alturas, formando un escalón en el que la gente tropieza de forma habitual.
“Nadie lo arregla y muchas personas, especialmente gente mayor, tropiezan cada día”, explica uno de los denunciantes.
Se trata de un tramo de acera cercano al ascensor del puerto.