En todo el mundo se habla de la economía circular. Como si de una moda se tratara, también ha llegado a Menorca. Al menos en forma de conferencia que ofreció Jordi Oliver invitado por Ecoembes y el GOB Menorca. Jordi Oliver, CEO de la empresa InèditInnova y experto en ecoinnovación estratégica, explicó con pelos y señales el concepto la semana pasada en Es Castell.
La manera de producir desde la revolución industrial se ha basado en un modelo que requiere mucha energía de combustibles fósiles y fabrica sin tener en cuenta el re-aprovechamiento de los materiales. El resultado es el calentamiento global del planeta, la extinción de especies o las toneladas de plástico que afectan al mar y el litoral. Por eso desde Menorca se muestra mucho interés en las fórmulas que hacen otro planteamiento que no se base en la generación de residuos. Tantos residuos que, según indican desde el GOB, apenas se llega a reciclar la mitad. La otra mitad se pierde o contamina. Además, en cada paso de la cadena se produce contaminación.
En esencia, la economía circular trata de repensar el proceso, ayudados por la tecnología. ¿Se puede? Sí. Otras comunidades ya llevan ventaja y lo aplican con bastante éxito.
Para empezar hay que reducir en la extracción de materias primas. Reducción de residuos y de esos procesos a los que hacíamos referencia donde también se contamina. ¿Es eso motivo de pérdidas para las empresas? No. El objetivo es mantener la actividad económica, pero incorporando los criterios de sostenibilidad. ¿Les suena? Sí, eso para lo que Menorca está trabajando desde que se apuntó al club de las Reservas de la Biosferas.
Actualmente los residuos suponen un problema (también económico) para la administración insular. El vertedero de Es Milà solo recicla una parte y está aumentando la superficie de trabajo para atender lo que traen diariamente los camiones basura que recogen por toda la isla. Pero un día se acabará el espacio. Con la economía circular y algún cambio de hábito de la sociedad, se puede intuir un futuro menos sucio.